sábado, 14 de diciembre de 2013

UN LUNCH: QUÉ SERÁ, SERÁ

Creemos que está al doblar la esquina pero está a nuestra espalda.
No lo hagas, no inicies la construcción de tu templo del dolor y si lo hiciste y ahora arde no te metas entre las llamas a salvar nada; sé que es difícil, que la queja más amarga tras un incendio es la pérdida de las pruebas de tu vida.
Sabemos que con el dolor no hay diálogo posible, no quiere decir nada, no lleva mensaje oculto, ni obedece la orden de la muerte que pesa sobre nosotros, pero es una gran lente de aumento.

Tengo entendido que captamos una cantidad muy limitada de longitudes de onda, pobre de nosotros, casi ciegos, casi sordos y con serias dificultades para comunicar.
El dolor que no nos encoge el corazón está escrito en otro idioma de ondas, como los silbatos que obedecen los perros pero son inaudibles para nosotros, luego me pregunto inquieto si aquello que no percibo existe y la respuesta que me subyuga es la de Schrödinger, el gato está vivo y está muerto, es decir, entra por dos puertas a la vez, que es lo que quería decir del dolor, cuanto menos lo oigamos más gritará por otro conducto, lo que me recuerda mucho a un intercambio sexual.


INGREDIENTES
- La extraña facultad.
- Tocar fondo habitualmente.
- Descreerse un poco de la habitual mente.


Vamos allá.

Los animales que se guían por el olfato no pueden entretenerse en diferenciar entre buenos y malos olores, solo atienden a la carga informativa de la que dependen sus vidas, están adaptados al cifrado y respuesta inmediata sin juicios morales.
En otro extremo de la inmensa red, al borde de otro acantilado estamos nosotros, no podemos dejar de buscar sentido ordenando el caos, como desear no querer arder en mitad de las llamas. De las clasificaciones que vamos haciendo depende nuestra supervivencia.
Detener este flujo, como algunos pretenden, es involución, no uno, sino varios cientos de pasos atrás.
Parar nuestras locas y humanas respuestas al caos de cada día es como querer que la historia ya estuviese escrita.
Vamos cometiendo solo los errores que podemos cometer, habrá quien nunca cometerá el error de la violencia y habrá quien no distinga entre ley y justicia, pero todo suma.
Creemos que está detrás nuestra, pero está ante nuestras narices, todo suma.

La teoría y experimento mental que dice que si colocásemos a cien millones de monos tecleando  máquinas de escribir día y noche durante varios milenios nos darían la ocasión de deleitarnos con un Hamlet, no va mal encaminada, pero malinterpretaríamos si acusásemos la larga espera de esta grandiosa obra. La fuerza excéntrica de la teoría no está en la aparición de Hamlet, sino en las rimas, teoremas, sentencias, anhelos, oraciones y teorías que se escribirán aleatoriamente en el camino a dicha obra.

El misterio es el camino, es el sustento, si fuera mariposa, el deseo de permitir mi visibilidad, que no es poco.

Lo que el dolor encoge, el amor dilata.
El amor me hace el amor.
Y lo dejo aquí, pues si aparece el amor es que de nuevo me ha salido mal la receta del dolor.
Y además me recuerda un cuento que lei hace tiempo que se titulaba "Cuento para usar la palabra culo", que decía más o menos asi:

Había una vez la originalidad de una corta vida.
Y la suerte de tener culo si se tiene boca.

Era más largo y con más personajes, pero es lo que recuerdo.





















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