martes, 24 de diciembre de 2013

FONDOS

Los huesos más duros de roer terminan en gelatina a base de cocer.

No termino de creerme que hielo y agua por separado son lo mismo, lo doy por cierto como la finitud del universo, pero de todos es sabido que la relación entre certeza y verdad es cuando menos caprichosa y cuando más de enérgico desamor.




INGREDIENTES
- Una biografía resumida en cuatro dibujos prehistóricos.
- Un Parque de extravíos con más prebendas que Eurovegas.
- El cambio siempre  injusto de tiempo por dinero.



Vamos allá.


Solo debí hacerlo una vez, no debí repetir; después de burlar al inofensivo e inocentón centinela de las puertas del cielo, salir a traficar con condenados al infierno fue una buena idea que no debió serlo.

Todavía recuerdo como se impuso en mi razón; andaba merodeando alrededor de la mesa de la abundancia dando los últimos retoques a mi papel, de manera que solo los bienaventurados de buen olfato pudieran saber que yo no era de allí; no representaba por miedo a ser expulsado, sino por pánico a sus lastimas.
Se compadecían de mi por los placeres que me perdía por ser extranjero.

Se me ocurrió entonces montar una red de tráfico de ánimas sin ánimo de lucro; esperaba, acompañado de los míos, si no disfrutar de los placeres vedados, sí descubrir junto a ellos otros nuevos.

Todo marchaba según mis predicciones, nuestra gama de gozos inéditos aumentaba día a día; pero conté solo con mi discreción, pronto mis vecinos del infierno se dejaron ver por las plazas públicas del cielo en avanzados estados orgásmicos, tal espectáculo, lascivo y teológico a la vez, levanto una oleada incontenible de peticiones de salida.
Me ofrecieron milenios y asientos selectos a cambio de sacarles un rato, y yo, abrumado por su insistencia y el crescendo de las recompensas, accedí finalmente sin tomar nada a cambio.

Para que no se apreciase desequilibrio alguno, fui sacando tantos cuanto metía y en la misma proporción de sexos y edades.

Al correr de pocos siglos había mudado a todos, los paisanos del infierno campan desde entonces a sus anchas por el cielo al son de músicas pornográficas mientras apedrean los cristales de las casas de vírgenes y todos los que allí antes se eternizaban andan estos días por el infierno fumando marihuana santa y manipulando genéticamente zanahorias de instantáneo crecimiento que seguir.

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