sábado, 29 de marzo de 2014

DESFERMENTACIÓN DE UN HOMBRE

Nada ni nadie quiso que caminara sin madre y llegara tarde al tributo a la Diosa de los Amores.
¿Qué es esto que llega hoy?
Un hombre.
¿Qué es un hombre?
 En general, una esponja de amor; en particular, con mucha imaginación, el triunfo en la revuelta del abandono levantisco.

Una aspiración superior necesité, como el don de la palabra porta consigo desde el principio el lujo exacto del canto y la carne se acompaña de la danza; o como la conciencia de nuestra muerte hace del reloj el objeto más fabricado en el cielo como en la tierra.

En los antiguos reinos persas anteriores al imperio, los reyes eran enterrados con las tablas de las leyes dictadas en vida y se decretaba un luto riguroso que duraba un ciclo lunar, de esta manera no era delito transgredir un día lo que el anterior estaba prohibido.
Las leyes sin autoría, tan antiguas que no estaban escritas, como la de no matar semejantes, se mantenían vigentes.
Este tiempo era el plazo que tenía el nuevo monarca para redactar su código de leyes y, si, como solía suceder, los herederos en disputa ya lo tenían adelantado, no se aplicaba hasta transcurrido el luto; permitiendo una tregua de inconmensurable valor a los súbditos en la que podían manifestar en voz alta su disgusto sin temor a represalias.
Al contrario de lo que podría pensarse, esta libertad de expresión de lo que estaba mal y podía mejorar no germinaba nunca una revolución, antes bien, transcurrido el duelo, todos callaban y convenían hasta la siguiente muerte real.
Podía ocurrir que en lugares apartados de todo camino no tuvieran noticia de la muerte del rey hasta que llegaba un juez a condenar a los que hacían cosas que ayer estaban bien vistas, rezaban a dioses abolidos o pagaban en monedas de oro fuera de curso. Estos si que se alzaban en armas cada dos por tres.

Cada siglo que pasa, más abstrusas las concepciones que nos vamos haciendo del hombre y de su espíritu; hace muchos años descubrí que los laberintos de cristal se atraviesan mirando el suelo.

¿Se debe dar la bienvenida al corredor de la muerte al acusado que se abstuvo de defensa?

No me imagino a Polifemo vendiendo entradas para su próximo concierto, ni a Nietzsche haciendo cola en Doña Manolita, ni a Sócrates anunciando sus talleres de autonomía emocional, ni, ya puestos, tampoco a Cristo contratando el mejor bufete.



INGREDIENTES
- Estar más guapo callado.
- El abismo que se abre entre ver las cosas desde lejos y desde cerca.
-



Vamos allá.


El mundo, espiritualmente hablando, es un lugar realmente peligroso.

Todo nos dice desde que nacemos que la carne está del otro lado del espíritu, que no se pueden juntar o que en verdad no existe el último; que lo que se toca, ve, oye,  huele o mide no participa de lo que nada de esto cumple, pues solo es una cuestión de tiempo el desarrollo del artilugio de aumento con el que alcanzaremos a ver lo que ahora no vemos, negando paulatinamente a cada época su imaginario sin solución de continuidad en el tiempo.

Ya he oído que el amor es una secreción electroquímica a punto de ser localizada y no un estado elevado del alma, y que a no mucho podrán inducirnos abscesos de amor temporales.

También he oído que si las crónicas de milagros contemporáneos de toda índole fuesen impresas no sobreviviría un solo bosque a las necesidades de papel, convertido dios en una especie de chapuzas que va apañando su negligencia con fervorosos parches.

Por otro lado, por si eramos pocos parió la abuela, abiertas la puertas de la energía, cualquier espabilado canaliza una, resultando que las astrologías, los milagrismos, la adivinación y el curanderismo no han conocido mejor siglo.

Un lugar realmente peligroso, como ya dije.

Cada paso adelante es un paso atrás reciclado.
Es evidente que en ciertas dimensiones, sobresalientes a la hora de esperar su oportunidad, la herencia lo es todo, imponiéndose sobre el divino juicio con autoridad y suficiencia. Pero, según suavizamos por la atención su credibilidad, mengua su poder como una fotografía antigua de nosotros mismos con la que compartimos solamente la ignorancia mutua que nos tenemos, pareciéndome que de la imagen solo conozco su nombre de ayer.

De mi piel puedo aislar el síndrome de Rilke, que otros llaman de Stendhal, como si nacer fuera entrar por la puerta grande al Prado y morir tiritando de sala en sala.
Hay tanta belleza en lo que no es bello, en un enfermo, un anciano o un cadáver, como en una flor que se cae o en el cuento de la manzana de Newton.


A veces me parece que el mundo se retira como un mar en horas bajas, como una Rosa en la bruma, pero es ilusión, como la expiración del deseo que todo lo puede, se va, pero volverá a tomar aire apropiandose de paso de mi fortaleza.


Pero un día me hago viejo de repente y la pasión que me embarga es más poderosa que las que arrastran a los jóvenes, la más verdadera de cuantas me he cruzado, una pasión que se complace en crear sustitutos signos de interrogación para las cosas ciertas y novenas sinfonías tan alegres como el recuerdo infantil de correr atravesando la cocina hasta el regazo vientre de la amantísima madre, o como si volviese a la tierra tras un largo y solitario viaje espacial a ninguna parte.
Una mañana cualquiera me levanto un paso más allá del 4º movimiento y dejo al sol que me salude a manos llenas.
Como si de una materia de densidad inalcanzable estuviera conformado, la gracia no puede abandonarme, así como la luz es incapaz del último empujoncito que la salve del agujero negro.

Así que ya sabemos que no hay donde ir, como si de repente alguien pudiera decir: Hágase la luz.

Pero no salgo de la oscuridad amenazado de muerte, sino como el niño que ya no cabe en la cuna.





martes, 25 de marzo de 2014

MISTICIDIO

"Dios no es bueno, yo soy bueno."

Tan extrañamente transparente que si no prestase mucha atención lo atravesaría sin verlo ni sentirlo, tan impenetrable que lo nombro sin saber siquiera si existe: Amor.

Si amo no necesito ser amado, una estación desconocida que no sucede naturalmente a una anterior, como un corazón roto no parece haber salido de uno enamorado.

Solo hay un requisito a cumplir, el deseo de iluminar lo que está oscuro sin velar lo que de por sí es luminoso.
Ella y yo tenemos que ser lo mismo, y no es un plan mayestático, es un reconocimiento a nuestra relación de cambio.
Todas sus biografías son inventadas, y las mías, cuentos de pequeños animales extinguidos.

El pulmón no es el aire, ni el oxígeno necesario para la vida, somos nosotros los necesarios al sentido de todas las pequeñas cosas en este espléndido planeta.
Ella, como el oxígeno, sin mi no es ni un gas noble y viceversa, y es en ese no ser cosa donde encuentro el consuelo, que no la cura, a la resignación a la consciencia.
Carece de campo de referencia y expresión el empeño en seguir alejándome de los campos trillados del conocimiento, desubicando efectos de sus causas aparentes, como si la gravedad crease la materia y no al revés.
Habiendo nacido en la tierra uno quisiera ser enterrado para no haber nacido en balde, pero no he ganado lo que llamamos dinero.
¿Que derecho iba a tener yo a sentirme parte del progreso si lo primero que hice fue correr todo lo que pude en pos de mi óvulo y protegerme a la vez de todo espermatozoide menos de uno?
Además, estoy seguro de que, si hubiese llegado cualquier otro, a día de hoy también diría que es yo, como si primero fuese la conciencia y luego un cuerpo cualquiera.


INGREDIENTES
-Parecerse a lo que a nada se parece.
-Como agua entre los dedos.
-La linea más corta entre dos puntos: el uno.



Vamos allá.

No tengo a qué referirme, nada de lo que conozco me vale, la marcha al Valle del Traspiés a nada se parece.

Me acerqué buscando inspiración a la Marcha de la Dignidad.

¡Cuánto afean las banderas desde siempre la dignidad!, nadie es digno sometido a una bandera, ¡ea!.
Lo que dicen cuando dicen que no convoca organización alguna es que convocan todas; es tan estruendosa que nada, con los ojos cerrados, me indica que no es cualquier otro día laboral o festivo.

No hay parecido alguno, el mayor espectáculo del mundo en el Valle es ver hacer una casa de la nada, allí no hay raíces tan superficiales que echen a volar detrás de los gritos. Amor es silencioso.
No es un valle para el reposo cándido, se requiere un empuje concentrado. no para transcender las palabras, los símbolos o las banderas, sino para extraer su efecto con limpieza.
Causa, reposo y efecto.
Quien desobedece no lucha.
No es un valle antiguo, lo que pasa es que no tiene eco.

Dejaré que me acompañen temporalmente la flores que como viejos encorvados con maleta me salgan al paso. Las aves que no tuvieran suerte en su camino tendrán derecho a pedir una pregunta en el Valle.
Todo irá bien porque todo sigue cambiando.
Como un yoga de la imperfección.

jueves, 20 de marzo de 2014

CUIDANDO CON DIGNIDAD DEL SIGLO PASADO

Como brillantes fractales veo a los hombres.
Todos únicos a su entender, pero iguales en tanto que sin uno de ellos la figura de difícil geometría queda incompleta, como una Venus esculpida y mutilada o una Odisea poco a poco usada para encender fuegos de primera necesidad.

A mi también me han señalado con un dedo en el pecho y al dirigir la vista al punto señalado, con ese mismo dedo me han dado bajo la nariz; más allá de aprender a burlar el engaño manteniendo la vista indiferente al reclamo, he colegido que la realidad de uno apenas tiene reflejo en la conciencia de otro.

Aquí están esperando para ser cuidadas las noches en blanco de otra manera, me acerco a la niñez de un anciano herido por las guerras africanas de sus mayores, que jugó en el patio de una civil mientras masticaba a dos carrillos el año del hambre.

Bienvenidos a los cuidados del siglo pasado, ya veremos si deducimos o inducimos algo más general, por lo pronto, si no es aquí, donde, si no es ahora, cuando, si no soy yo, quien.


INGREDIENTES
- La hiperrealidad del pasado.
- La inmovilidad del presente.
- El culo inquieto del futuro.


Vamos allá.


Buenos días Jonás, ¿descansaste?

Dormir, tal vez soñar, es un sueño más.
Los ruidos todos, que a lo mejor son del apocalipsis, de la ciudad despertando al frenesí acostumbrado cambian a ratos de bando, tan pronto tocan para el anciano un triste vivace como me dirigen un sostenuto vaticinio de vejez.

Es el cuarto día de la primavera de los almendros, lejos aun de la conjunción astronómica del universo del que nos alejamos a velocidad vertiginosa, habida cuenta de que vemos alejarse de nosotros todos los cuerpos celestes.
El amor cambia el paisaje con más vocación que la luz, por amor pueden desobedecerse las leyes naturales conocidas, si Dios es todopoderoso puede no perdonar, digo yo.
Por amor tuve hijas tanto como pude no tenerlas

¿Qué quieres desayunar, Jonás?

Los hijos tienen suerte si tienen cosas que hacer en vez de ver en el padre la suerte del universo entero, big bang, expansión y compresión. Nadie es profeta en su tierra y nuestra tierra es toda la tierra, nuestros hijos también son la tierra, y nuestros padres.
Es más fácil ver muertos que ver morir.
Con los años se acrece nuestro particular index, algunos lo contenemos mientras somos fuertes  pero a no ser que, olvidando lo pasado innecesario, nos hagamos amantes, puros de corazón y pobres de espíritu, sustituiremos lo olvidado con lo prohibido en nuestra senectud.

Hablar cara a cara con el dolor es como torturar a un torturador, es la senda de la ascesis.

Uno quisiera conocer la palabra que lo liberase, pero no puede, solo el espíritu, el mismo para todos, dice cuando, donde y en quien entrará en estado de desprendimiento, compasión y humildad.
Eso es un hecho aunque no sepamos como funciona, del que tampoco hay mucho más que hablar, se realiza en uno o no.
Uno se alegra de ser útil.

Seguro que se sabe algún poema o canción de memoria, Jonás.

Padre nuestro, si mi delito es el amor,
¿para qué me has encendido (bis)
de este modo el corazón?

Me llaman del banco ofreciéndome un seguro de decesos, la bien enseñada vendedora evita pronunciar la palabra muerte; aunque todos sabemos que la palabra no es la cosa, no pudiendo alcanzar la realidad por un pelo, nos agarramos a ellas. Que ya engroso la lista de los que están en flor para la muerte vino a decir.
Hay tanta serenidad en esta contemplación, no en mi manera de mirar, sino en su manera de dejarse ver, que me desmigo sin querer.
Hay tanta serenidad en el sinsentido de la bondad...

Tras la muerte a  mis tres o cuatro años de mi madre, dejé de hacer algunas cosas que me enseñó con amor, deje de no mearme en la cama y estuve un buen tiempo callado, mohíno que decía mi abuela, juntando en mis adentros palabras que explotaban como cuando en el laboratorio chocas un ácido con una base. Privado de madre no tenía por qué respetar nada, ni las palabras, y por eso dejé de pronunciarlas hasta que experimentados los métodos para cambiarme de zurdo a diestro temí que me los aplicasen para devolverme el habla.

La efervescente también la tiene que tomar, Jonás.

Dije en alto que soñé a otra dimensión el salto, a una vida completa en universo paralelo, pero dije mal, no era sueño, sino la sola, perduta y abbandonata realidad, ni era paralelo sino contiguo.

Desensibilizarse de los malos hombres, sobreexponerse  al estímulo para crear una nueva impronta en el alma. Que golpes, desprecios y abandonos solo sean en adelante una distracción más en el camino y no un barrote, un pajarillo y no un bisonte.

Si para algo se desarman y vuelven a armar relojes estropeados es para arreglarlos y ponerlos en la hora buena sin retraso ni anticipo y no para pararlos en la hora de la muerte ni en la del día más feliz que recordemos.



Solo por nacer ya somos del fractal prototraumático.
Algunos más dotados que yo yacerán al final tristes por no haber llegado a entender el universo, por no haberse adentrado en el secreto puro hasta que no se les hubiera podido sacar y en su cálida orilla haberse bañado desnudos como hormigas.
Ese yacer triste de quien al menos sabe lo que se perdió.
La experiencia se impone como la llaga por encima de los sabores al masticar. Yo yaceré alegre, me tumbaré a dormir para siempre como el siglo de más guerras creyendo que sé lo que no sé, diciendo que puedo enseñar a modo de consuelo, pero callado a la hora de la verdad.
En el fondo sé que la mirada redonda y abierta de un joven me da mil vueltas, él vuelve a empezar y yo otra vez terminando.

Vaya aseándose mientras yo hago la cama, Jonás.

Amén es una palabra de despilfarro, un tirar la casa por la ventana de una vez.

Por una parte me gustaría ser quien firmase la última sentencia de muerte del mundo, así sea, a quien mirasen con desprecio todos los muertos antes de tiempo y sus familiares y los hombres de buena voluntad, pero por otra parte quiero alejarme del sueño de los hombres, solo soy un niño que de dormir tiene miedo, pero no sé estar despierto.

Mis piernas ya no pernean como cuando a un niño le quitan el pañal ni mis manos hacen cruces antes de empezar a caminar.
De mis ojos ya no espero nada y a mis luz y oscuridad me encomiendo.
Habiendo comido de todo un poco, me iré sin probar el alimento que me vio nacer, Dios.

Como secuela de haber visto mayear los prados este novedoso síndrome del náufrago, almaceno y almaceno alimentos para que nadie nunca más vuelva a pasar hambre.

Mis cenizas extenderían gozosas sus alas si hubiese un mar que cruzar.

La mejor terapia para quien más cuidados necesita es cuidar de alguien menos necesitado, cuidando del siglo pasado eyaculo en el alud de mis futuros días, sin olvidar que solo un viejo puede ver la luz de la muerte en los ojos de otro y yo la veo. Quien no cuidaría a quien se va a morir.
No me asombra la naturalidad con la que un siglo mortuorio da paso a otro apocalíptico: nada nuevo bajo el sol, cada generación crea su tanatología erótica, pero esta vez hemos ido demasiado lejos, la manera pensativa de ser hombre hemos desterrado después de conocida.
Se mató con mucho esfuerzo a un dios que tenía que morir en el corazón de los hombres para su salvación, pero ha vuelto, los trabajos de amor de su entierro podemos dar por perdidos; vuelve el intervencionista dios que juega a los dados y además hace trampas a amasar fortuna de creyentes.

Me lié, Jonás, me lié, vine a cuidarle y terminé cocinando por los arrabales de un siglo inigualable.

miércoles, 12 de marzo de 2014

ESTE AÑO AYER CAE EN MARZO

Hoy me he despertado como si fuera 11 de marzo.

Como si ayer hubiese conocido a la mujer que podría amar toda la vida y hoy supiese que no la voy a volver a ver nunca más.

Me he despertado como si fuera ayer.

Me apena la vulgaridad pública de nuestros políticos y la impúdica de un célibe poniendo condiciones al perdón, como quien dando limosna exigiese los intereses de su inversión. Me entristece porque la estupidez es la moneda corriente en sus pequeños y limitados reinos y nosotros, como si de billetes falsos que callesen en nuestra mano se tratase, pese a no haberlos acuñado, los hacemos correr.



INGREDIENTES
-Luces y sombras.
-Ambulancias en sínodo por nuestras venas.
-Hora de punta.



Vamos allá.


 Estoy en el paredón, hombres grisáceos que florecen como almendros si aprietan el gatillo me apuntan con sus metralletas de bofetadas.
Cumplen órdenes con la mirada, por eso miran con odio.

Hay banderas con crespones muy negros buscando a quien manipular, y hay quien se arrodilla antes de empezar, miradas por los suelos, velas, los que no saben qué hacer lloran y los demás lloran.
Ni una gota de barbarismo, seres humanos en todos los bandos.
Bajo un cartel de la película "Adiós a la Reina", la Reina es la violencia. Ya está instalado su besamanos.
Los mismos símbolos pueden matar y consolar, lunas, flores,..., pero hay que preguntar a una niña si uno quiere saber lo que significa alzar una rosa.

Los mayores lo mismo llevan una rosa con cuyas espinas te apuntan que una estola sobre un traje de camuflaje de campaña.
Los que matan siempre llevan una bandera escondida en algún sitio, y los muertos no son asesinados por lo que son, ni por lo que representan, sino por donde están.
Culpables de lugar, habituados, como todos nosotros, a que los fines de los que gobiernan justifiquen los sacrificios entre nosotros. Y hoy, llevados al absurdo los medios de los que se valieron, nos devuelven a lágrima viva el latigazo.

Me he levantado como si Dios andara detrás de todo esto.

A mi no me ha pasado, pero he oído historias de lo que hacen los garbanzos en una olla express mal manipulada y los átomos de hidrógeno en una bien manipulada.

Si los bosques que parecen contener fantasmas entre sus sombras en las estaciones pálidas en las que el sol apenas es una o de plata guardaran tantos secretos como los estados, ha tiempo que estarían todos calcinados.

Voy a ver como son los homenajes oficiales, los que se hacen lejos de los objetos que quedaron en los cuartos deshabitados de los que murieron, las lágrimas verdaderas ya las he visto, voy a ver las políticamente correctas.
Se pueden hacer fotos porque han venido guapos, la ocasión lo merece.

De primeras, ya de lejos, así como se oye el ensayo de una música que quiere ser más triste de lo que parece pero no se atreve, como si le diere vergüenza estar allí, se ve ondear con majestad una bandera mecida por un alegre aire primaveral ajeno a todo. Ya sabemos qué idioma se habla.

La memoria siempre está muerta, recordar no es mantener con vida, pero en ocasiones como esta la llaman memoria viva  y no sé decir qué quieren significar con esa expresión, ojalá lo supiera.
¿Que no olvidamos, que siguen vivos, que nunca sabremos lo qué no supimos entonces?

Un árbol puntiagudo por cada una de las víctimas bordean el sendero que sube al cerrillo, 28 nacionalidades y una sola bandera.

Para el buzón de sugerencias de los organizadores:
Pongan 28 o no pongan ninguna, que insultante inclinación tienen Vds. por los recortes, seguro que sus embajadas las hubieran cedido gratis.

Conversaciones intranscendentes y, algunas, chabacanas entre los asistentes.
Nadie dice que siempre que se le muere un hijo le entra hambre.

Se distinguen tres clases de uniformes, el de periodista aburrido, el de traje con corbata negra que no sé qué lleva dentro y el de voluntario con chaleco amarillo.
El ensayo de los músicos se acelera un poco y ruego, en vista de que empiezan a movérseme los pies, que pare, no vaya a terminar bailando o empezar a bailar, y me da un poco de vergüenza, luego me entra la risa. Voy a tener que alejarme un poco.

Es bastante chocante observar que todo lo que puede hacerse, se puede hacer con amor, esperar, el pan, mirar, bailar; pero matar no, ni a nuestros héroes en las batallas les reconozco amor a la patria, hicieron lo que tenían que hacer, ya conquistasen o repeliesen una invasión, pero ni de lejos lo que había que hacer.
Si se lo reconociese a los nuestros tendría que reconocerselo a todos.

Si actos con esta carga atómica trajesen al Retiro a alguien que no lo frecuenta, no sería mal fin.

Y entonces la veo, una cabellera rebelde recogida, dejando ver parte del manantial donde nace el cuello, me mira fijamente, se gira un poco, un ligero escorzo, y me enamoro.
Supongo que es una cuestión de grado, la muerte de un hijo da hambre y la de unos desconocidos, ganas de amar.

A los 14 años estaba en la calle sin casa a la que volver de noche, morí a esa edad y aun no sé de qué me entraron ganas.




martes, 11 de marzo de 2014

SALTA LA VALLA EN DIEZ SEGUNDOS O MUERE O SALTA LA VALLA EN DIEZ SEGUNDOS Y MUERE


¿Quien fabrica esas alambradas?
De ese hilo se tejería un buen abrigo a un Dios inaccesible.

Bienvenidos al mundo panóptico, asomas la nariz por Ceuta y miran para otro lado en Madrid y en Bruselas escriben cartas, a no ser que corras y vueles en registros olímpicos.

Hay un cuento subsahariano que cuenta que el hombre del norte era un hombre miedoso antes de que le tocase la lotería de la insurrección, que hasta entonces era conformista y recibía con los brazos abiertos todos los atropellos o huía.



Vamos allá.


Los que viven en los pliegues tienen confianza con Fibonacci, el famoso ilusionista del infinito en cuya sucesión se inspira el mensaje de bienvenida que ondea junto a las banderas en nuestras tierras africanas, que dice: "Feliz Vida Eterna".
Oxímoron del que parece que no nos percatamos, pues, aunque basado en nuestra longeva tradición religiosa, representa lo peor de ella.

En cierta manera me recuerda, no por la contradicción manifiesta entre los términos, sino por la hipocresía de su malintencionada bonhomía, a la leyenda sobre las puertas de entrada a Auswitch: "El trabajo os hará libres".

Debo reconocer una lógica interna en tan descabellada asociación o sospechar que estoy enfermo.
Ninguno de los dos lemas miente.
Concibo la posibilidad, inconcebible de otra manera, de una vida eterna, además de feliz, cimentada en la libertad absoluta, incluida la libertad ante la muerte, que siendo un campo de estudio en continuo progreso aun no va más allá de añadir unos pocos años a nuestras vidas. Aunque hay que reconocer que el cambio de paradigma de los científicos que ahora se enfrentan a la muerte considerándola una enfermedad es bastante prometedor.

Los que se aventuran a nado o en patera hacia España saben que la muerte es una posibilidad de peso y nosotros lo sabemos, y que es ladino y superfluo suponer que la muerte solo es posible por enfermedad o por accidente.

¿Acudiría algún prisionero a la oficina del Inem de un campo de trabajo nazi?

El abuso no respeta fronteras, nos atraviesa cuerpo y espíritu con la envidiable facilidad de un neutrino.
Abusamos de nuestra conciencia en un ejercicio que en nada nos compromete cuando nos escandalizamos al ver lo que no queremos saber que sucede todos los días sin presencia de la televisión.
Quitemos vallas y puestos fronterizos, seamos pioneros de un posible mundo futuro y veamos que pasa.

Mientras nos decidimos, a los aspirantes a feliz vida eterna solo se les pide un requisito en estos tiempos de crisis que nos ha tocado vivir y que tantos novedosos recortes están trayendo, que vengan con la primera papilla ya echada, pues la escasez de personal en el servicio de limpieza solo da para mantener desempolvados los retratos de las autoridades y los crucifijos.

Tengo entendido que el primer paso es uno de los primeros que se da, ¿qué haremos con los que se comprometan a no usar un solo servicio social, ni el de la mendicidad siquiera?
Tal vez sea el momento de ampliar los supuestos de obtención del Estatuto de Apátrida, de entrada me atrevo a proponer un borrador de trabajo para su programa.




LOS DOCE PASOS DE APÁTRIDAS ANÓNIMOS.*

 1. Admitimos que somos impotentes ante cualquier gobierno, que nuestra vidas deben ser   ingobernables.
 2. Llegamos al convencimiento de que solo una igualdad superior demuestra sano juicio.
 3. Decidimos poner nuestra vida y nuestra voluntad al cuidado de la razón, atreviéndonos a pensar sin trabas ni cortapisas.
 4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario de los prejuicios sociales vigentes en nuestras costumbres.
 5. Admitimos ante cualquiera la naturaleza exacta de nuestras dudas.
 6. Estuvimos del todo dispuestos a profundizar en ellas.
 7. Humildemente nos preparamos para seguir aumentándo su flujo.
 8. Hicimos una lista de todas aquellas personas que admirábamos por su rebeldía y estuvimos dispuestos a darle un sentido práctico a la nuestra.
 9. Reparamos cuanta claudicación hicimos aunque fuere en perjuicio nuestro.
10. Continuamos nuestra renuncia a los prejuicios y cuando nos traicionábamos lo corregíamos inmediatamente.
11. Hicimos de la meditación el verdadero trabajo diario sin esperar nada a cambio.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tenemos presente el desajuste con la realidad cuando estamos recién despertados y nos permitimos el tiempo necesario para espabilarnos.


LAS DOCE TRADICIONES DE APÁTRIDAS ANÓNIMOS.

 1. El bienestar común debe tener preferencia; la fortaleza personal depende de que no nos entrometamos en asunto baladí.
 2. Para el propósito de nuestro grupo no existe una autoridad fundamental. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.
 3. El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de obedecer leyes injustas.
 4. Cada grupo debe ser autónomo, sin excepciones.
 5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial, no convencer a nadie.
 6. Un grupo de A.A. puede respaldar a entidades  ajenas, aprendiendo de los problemas de dinero, propiedad y prestigio.
 7. Todo grupo de A.A. debe mantenerse como pueda, negándose a recibir limosnas.
 8. A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear voluntarios sin sueldo.
 9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio para pasar el rato.
10. A.A. tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en el rechazo que en la atracción o la promoción; debemos mantener el anonimato y la determinación ante cualquier medio.
12. El anonimato es incuestionable, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades y las personas a los principios.



*Este programa está basado libremente en el programa de Alcohólicos Anónimos. Sin autorización de Alcoholics Anonymous World Service Inc.


sábado, 8 de marzo de 2014

REESCRIBIENDO LA HISTORIA DEL CANIBALISMO EUROPEO


El cantante Bono, conocido activista en favor del Tercer Mundo, ha sido la estrella sorpresa en el congreso anual del Partido Popular Europeo en Dublín y ha puesto a España de ejemplo europeo en un discurso ante la canciller alemana, Ángela Merkel y el propio Mariano Rajoy, entre otros. "En la Unión Europea falta buena vecindad, ¿por qué no hay una campaña europea pro España? ¿Por qué no se promueven el turismo allí o sus productos?", ha afirmado ante el auditorio. Incluso ha mencionado por su nombre al presidente del Gobierno admitiendo que es importante que haya conseguido más "liquidez financiera" en España, pero ha resaltado que España es mucho más que eso. "Escuchen la música española, escuchen el flamenco", ha recomendado. 





Vamos allá



 El cantante Bono, (Primer ser humano, y único hasta donde yo sé, que se ha hecho un injerto de gafas de sol, más famoso y con más audiencia cuando habla que cuando canta y ya es decir) conocido activista en favor del Tercer Mundo, (que frase tan políticamente correcta, de esa manera se presentan los esquilmadores ciertamente interesados y a favor del Tercer Mundo) ha sido la estrella sorpresa (¿se presentó sin avisar?) en el congreso anual del Partido Popular Europeo (Sorprendente, como se nos adelantan los políticos, han creado un solo partido europeo, no es un congreso de partidos populares, Ojito. La primera técnica del vendedor es crear la necesidad) en Dublín y ha puesto a España de ejemplo europeo (¿Dita sea!, un conocido activista  a favor del Tercer Mundo defendiendo a España, ¿cabrón!, perdón, ¿cabrón!, perdón, ¡cabrón!, perdón. Esto no se lo perdono, no pensaba decirlo pero lo voy a hacer: tiene un viejo problema con su estatura que no consigue aceptar, mide 1,65 m. y lleva siempre alzas para llegar a mi estatura y mira que soy bajito, y además se tiñe el pelo desde 1.992, por mucho que sepa lavar consciencias a corporaciones como DELL, Microsoft, Appel, Gap o Nike. ¡Ea!)  en un discurso ante la canciller alemana, Ángela Merkel y el propio Mariano Rajoy, entre otros. "En la Unión Europea falta buena vecindad, (Acaba de descubrir América  el bueno de Bono, la dicha Unión, como un ente de corta inteligencia, solo  aplica una solución a cualquier conflicto que se le presenta, el euro; da lo mismo Grecia, Palestina Tibet, España, Crimea,... Y cuyas fuerzas de represión interna llevan camino de superar a la primera potencia militar del mundo) ¿por qué no hay una campaña europea pro España? 
(Imaginaos con las nuevas tecnologías audio visuales aquello de Spain is diferent en todas las televisiones, en los países con buen poder adquisitivo, claro. E imaginaos a un pueblo como el español queriendo ser diferent. Ya veo triplicarse en pocos años el número de costaleros y el flamenco, que está bien para un rato, a todo trapo en bares, taxis, aeropuertos y consultas de dentista, sin olvidar el impulso a la construcción de plazas de toros) ¿Por qué no se promueven el turismo allí o sus productos?" (Está que lo borda el señor Bono, ¿Es muy caro promover dos campañas publicitarias a la vez?, ¿como que o?, ¿pero no sabe que si les dan a elegir, con este sol nuestro, no dudaran en promover lo primero, que ya vamos camino de ser el prostíbulo de USA, perdón, la Cuba de Europa?, ¿alguien se cree que van a preferir promover el crecimiento que podría esperarse de un pueblo que cuenta con 4 universidades activas entre las 20 más antiguas del mundo a la profesionalidad y salero de sus camareros?) ha afirmado ante el auditorio. Incluso ha mencionado por su nombre al presidente del Gobierno (Pues si que tiene un buen equipo asesor) admitiendo que es importante que haya conseguido más "liquidez financiera" (es decir, que cuente con el dinero necesario para pagar las obligaciones contraídas y que se deben pagar a corto plazo, y sepa con certeza de los flujos de efectivo en los siguientes 3 - 6 a 12 meses. Mientras una empresa tenga suficiente dinero para "pagar sus deudas" del año en curso, se puede decir que cuenta con amplia liquidez financiera.) en España, pero ha resaltado que España es mucho más que eso. "Escuchen la música española, escuchen el flamenco", ha recomendado. (Como siempre, todos, hasta el amigo Bono, se olvidan de resaltar que España es mucho más que eso, que es 46.704.314 personas que comen, rien, lloran, duermen, enferman y aprenden mientras buscan la felicidad)


jueves, 6 de marzo de 2014

CODA ENTREVERADA

coda.
(Del it. coda, cola).
1. f. Métr. Conjunto de versos que se añaden como remate a ciertos poemas.
2. f. Mús. Adición brillante al período final de una pieza de música.

 Hay maneras de sentirse vivo rayanas en la tortura y maneras de estar loco parecidas al más sano juicio.
¿Necesitas arder?, ¿necesitas saber si volverás a pisar la calle con la cabeza alta? ¿y a pisar casa con la frente igual?
Indescifrable como la traducción de las palabras de un místico recién traído en la flamante máquina del tiempo recién estrenada explicando la naturaleza de la realidad tal como es a un nutrido comité con lo más granado a nivel mundial en cuántica, relatividad y supercuerdas, reunido gastos pagos para la ocasión en el CSIC.
Además del lógico muro lingüístico-matemático entrambos, se haría evidente la disparidad de intenciones, pues tanta confianza como depositara el viejo contemplativo en la continuidad y corrimiento de la zona de habilitabilidad sostenida o de confort en torno a una estrella, depositarían en forma de duda los físicos sobre la inexistencia de una razón última por la que hay algo en vez de nada.
Como una bandeja aséptica, duradera y nutritiva de las que sirven en los aviones es esta receta, difícil de entender.



INGREDIENTES
-Solo los que han despertado caminan juntos.
-No hay razón para ir solo.
-Solos nacemos y solos morimos.



Vamos allá.

Como una bomba de hidrógeno frente a una convencional, está manera de sacar fuera lo que estaba bien dentro comiéndose la vida como un cáncer no tiene parangón con nada conocido hasta ahora.
La misma diferencia que entre la ritualización de los gestos cotidianos y dejarse llevar por las olas de los días.

Cuando tengo la suerte de cara y llueve durante mis paseos, me gusta pisar los charcos que voy encontrando. Uno no siente lo que es, ni ahora me siento hombre, ni entonces me sentí niño.
Sumido en la erótica fuente de toda acción, solo los tristes adultos tratan de impedirlo.

Hipocondriaca de todas las tristezas mi mente, una reliquia de la primera máquina del mundo mi cuerpo, un vapor de agua a 0º absolutos mi espíritu.

Hessianismo: Esté triste o alegre, siempre siento igual.

He aquí la sugerencia que dejé caer en el buzón para tal efecto situado a la salida de la sinfonía:

¿Cuán difícil es poner en palabra lo que es sufragio de lo divino!
Extiendo sobre la mesa metáforas que, trascendiendo su carga alimenticia, procuran un acercamiento a la experiencia de Dios.
Soy hijo sagrado del agradecimiento, hay pasión a mis puertas hoy.

Recuerdo  llamadas que no atendí.
Recuerdo el susurro del aire frío adiestrándome para no morir antes de llegar al buen destino.
Recuerdo la indecente simetría entre mi alma desnuda y las inmóviles vías del tren.
Recuerdo haberos conocido hace mucho, a todos sin excepción.
Pero estos días que corren, que aun necesitan posarse para ser recuerdos, a vuestro lado, son para mí el nuevo cuento del saber.
Vuestras palabras, y sobre todo vuestro amor, son mi particular epístola salvífica, una suerte de perdón que ha llegado tal como lo soñé, en valiente utopía.
Sin un marco de referencia no podemos saber qué se mueve y qué está quieto, y tal es la envergadura que tomo de vosotros, una dimensión extraordinaria de mi posición en la vida.
La suerte a veces da traspiés, en estos días junto a vosotros, cuando todo indicaba que, arrastrado por la derrota, nunca más pondría un pie fuera del desierto, he recorrido más camino que en los 20 años de atrás, y lejos de dejar escapar un lamento por el tiempo perdido, francamente me alegro, pues es hoy cuando aquellos días muestran su grandeza; y es por ello que desde la humildad intelectual y espiritual, por descontada la física, os doy las gracias, gracias, no era digno y me abristeis las puertas de vuestras casas.

Fe risueña, de acento apacible, eficaz.
La mano extendida de una vez para siempre.
Sois el puente de piedra que esperó mi vuelta, así lo siento.

Tenía preparados unos versos para cada uno de vosotros/as, y algunos de reserva por si había quejas, pero no voy a poner a prueba vuestra paciencia, pues ya llevo bastante tiempo haciéndolo.

Me gusta ver al trasluz el interior de vuestros ojos y me gusta conversar con vosotros, aunque no hago ya de mi gusto la regla de medir que me gobierna.
Al final, lo que me mantiene unido a vosotros, pese a mi caótica órbita, es una fuerza más recia que la gravedad, la electromagnética y las nucleares débil y fuerte juntas: la fe, la fe que no se avergüenza de sus flaquezas, la que tiene tablas en la humildad.

En fin, si hasta aquí llegasteis siguiendo la lectura, os agradezco el ocio prestado, como os agradezco este tiempo a vuestro lado.

Ser o no ser era un acercamiento, hamletizo, con las manos en los bolsillos me voy silbando, muy contento y muy descalzo.

Ya sabéis, se hace un lazo en un extremo, uno en el otro extremo, se anudan y ya está hecha la lazada.
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