miércoles, 16 de abril de 2014

AUTOMATIC FOR THE PEOPLE



"Automatic for the people" es el equivalente neoyorkino al "Marchando" de nuestras tascas, con ese matiz de inmediatez y eficacia tan centronorteamericano. Como si para nosotros todo se estuviera haciendo y para ellos todo estuviera hecho.
Pongamos que mi maestría en las artes que ya mencionaré es profundamente mediterráneo, pero mis deseos son centronorteamericanos.

Vayas donde vayas, ahí estará, empieza con un azote y terminará con otro.
Por un esfuerzo negativo de voluntad podemos no ver, pero no podemos ver más despacio, lo mismo se puede decir del pensamiento racional y de todas nuestras condiciones. Que podamos dar ritmo, imprimir velocidad o elegir profundidad a la respiración, me llena de asombro, más si cabe atendiendo a que en la naturaleza ninguna adaptación es en balde y, que se sepa, ningún otro animal lo hace, así como no saben escribir ideas aunque posean manos hábiles para manejar herramientas.

 Nosotros no podemos libremente vivir en el presente perfecto como un animal absoluto de primera adaptación, tan sumamente compleja y eficaz que no necesita cambiar; nos adaptamos sin especialidad alguna que no sea espiritual, luego estamos obligados a cambiar. Nuestra humana observancia de los tres tiempos es el remedo a nuestro alcance de la eternidad, es casi Dios.

Siempre podemos respirar y mantener el equilibrio en el centro de la esfera temporal.

Si un Mercedes es lo más cercano al coche perfecto, pongamos que mi maestría en las artes de la respiración y el equilibrio es un motocarro.



INGREDIENTES
-La vulnerabilidad de todo.
-La preciosa realidad motora.
-Precio y desprecio mano a mano.



Vamos allá.


Hay refrescos más baratos que el agua que requieren de valor para su consumo, pues en la cultura de la abundancia es mejor no comer que comer jamón malo.

Cuando el dolor se hace intolerable nos quedamos quietos y callados como un rincón oscuro protegido con telarañas, como si viéremos claramente que descosernos a gritos clamando desinjusticia no haría sino empeorar lo que per se no puede empeorar. Mientras nos queden ánimos para gritar o hacer daño el dolor aun es tolerable.

Privado de bienes y techo propios, sin mujer alguna libre entre mis sábanas, sin pensamiento original, con derecho natural a Sanidad que no uso por padecer de hipocondria tipo B y C combinadas, es decir, que solo visitaré al médico forense y hasta resucitaría antes que ir a este como a cualquier otro, lejos de la Base y con la edad que se comporta como una enfermedad, nada puede empeorar.

Que el amigo me diera la espalda, la amiga me retirase la palabra y las hijas me dejaran en adopción son cosas para las que este inútil servidor está preparado.
Encerrar mi cuerpo infinito no está al alcance de nadie, siempre saldré con la fe por delante y los pies por detrás.
Si en un hospital donde se conciben dioses de la última oportunidad, hallaría el umbral a su ateísmo.
Si en una residencia del tercer mundo, la vejez, seguro que me predispondría a un suicidio juvenil, los que mejor se enamoran.
Si en una prisión malhumorada desde los ladrillos, humana e inhumana juntamente, reiría de cuanto se cuece bajo el sol, como cuando uno se siente libre entre los suyos.
Ni bajo esas circunstancias dudaría un momento de la Gracia.

Nos sentimos faltos de algo, y hasta inferiores a veces, si no podemos expresar nuestro amor privado a otro ser mayúsculamente erótico, y en cierta forma estamos en lo cierto, es el intimo menoscabo voluntario que hacemos de nos y del amor.

Hay seres que, habiendo salido de filicidas hogares, en la superficie consideran razonable por un rayo ser violados.

Dos padres parece que pasean inmersos en el presente con una criatura primorosa toda vestidita de blanco.

Va arrancando tan preciosa niña diminutas margaritas porque no tiene otra cosa que hacer en la vida, se nota que es su primera vez, como si hubiese nacido para este momento. Ambos padres, móviles en ristre, se afanan en levantarle la atención de las flores con engaños y reclamos y dirigir su rostro a los objetivos, casi diríase que compiten por ello. De manera que en el futuro podrán revivir un momento que no vivieron.

-De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el instante de la flores.-

Para su consideración:
Si los aspectos enfermizos y altamente dañinos de control, manipulación y egoísmo resumo con la expresión "querer ser Dios", debo tener cuidado con los dones que le estoy aplicando a Dios, pues si en verdad creo que Dios usaría  esos comportamientos, he de asumir que he caido en poder de una insuficiente religión emotiva, ritualista, petitoria y sumamente oportunista, y hasta ansiosa de sus propios frutos.

Y ya me callo, lleno de fe en que esto no sirve para algo más allá de respirar de cierta manera durante un rato.

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